15.2.07

Escribir

¿Escribir? ¿Sobre qué, para qué, cuánto? Estas pueden ser algunas de las preguntas que nos podemos plantear si nos obligan a escribir o cuestionarnos alguien si le exigimos que escriba un texto. Un espacio en blanco, y sobre todo si es un folio grande, delante de nuestros ojos se convierte en un inmenso océano que tenemos que atravesar. Gracias a nuestra imaginación, a ese inmenso océano le añadimos otra serie de inconvenientes- véase mar en malas condiciones, el agua fría...-para que tal travesía se transforme en un más difícil todavía. Pero, por contra, debemos plantearnos esta actividad como un juego donde sin temor a equivocarnos, sin temor a quedar en evidencia- ¡qué van a pensar los demás respecto a lo que he escrito!-, sin temor a haber cometido faltas de ortografía, escribamos aquello que realmente queramos escribir. Por supuesto que no es fácil, entre otras razones, ya que muchas veces no sabemos sobre qué escribir o porque nuestra mente está tan encorsetada por ciertos prejuicios o porque no encontramos las palabras precisas para expresar exactamente lo que queremos decir, pero debemos planteárnoslo como un reto alcanzable. A medida que vayamos practicando la escritura y observando otros modelos de escritura, observaremos que nos encontramos cada vez más cómodos delante de un folio en blanco