23.1.06

Declaraciones, manifestaciones, expresiones...

No cabe ninguna duda de que cuando hablamos cometemos muchas imprecisiones. Pero en este caso no voy a escribir de las imprecisiones lingüísticas o sintácticas, sino de otras, las comunicativas. Realmente muchas veces no conseguimos encontrar las palabras adecuadas o precisas para manifestar lo deseado. Después de expresado un sentimiento, una idea o recordado verbalmente una vivencia, apreciamos que nos queda algún aspecto por reflejar en relación a lo deseado por hacer público. Siempre nos queda en nuestro interior esa duda: lo expresado ¿qué parte de realidad encierra respecto a lo deseado por mostrar a los demás?
Si los trabajadores/as del lenguaje, como son los escritores/as, entre otros, han expuesto más de una vez dicha cuestión, ¿qué decir de los demás? Por ejemplo, los políticos.
Quizás por exigencias del guión impuesto por los medios de comunicación, escritos y no escritos, o por un acuerdo tácito establecido entre ambos, no hay día donde aquéllos - los políticos- hagan conocernos sus opiniones respecto a temas o cuestiones que al resto de las personas, la mayoría de las veces, no nos interesan para nada. Son manifestaciones preocupantes por el significado que encierran; son manifestaciones expectantes al aplauso generalizado de sus seguidores; son manifestaciones desencadenantes de otro sinfín de declaraciones idénticas en cuanto a su trascendencia pública. Sin embargo, ellos, amparados en esa desidia generada por sus reiterativas manifestaciones en la ciudadanía, continúan expresándose alegremente y a requerimiento de los medios de comunicación.

10.1.06

No somos los únicos y no están solos

Seguramente ya conocéis el chiste de la pareja del parque. Están sentados ambos en un banco y en un momento determinado le pregunta ella:
- ¿En qué piensas?
- En lo mismo que tú, la contesta él.
- Uy, ¡qué "cerdo" eres!, sentencia ella.
Más de una vez pensamos que nuestros pensamientos son únicos y por lo tanto irrepetibles en otras mentes; pensamos que quién va a estar generando ese mismo pensamiento en otro espacio, sea próximo o lejano.
No nos damos cuenta que no estamos solos en la Tierra, no nos damos cuenta que somos personas y que por esta condición tan simple y básica a la vez, todos los seres humanos, al mismo tiempo que únicos e irrepetibles, compartimos unos mismos anhelos, compartimos unas mismas frustaciones, compartimos un sinfin de esperanzas, compartimos más vivencias que menos, ... quizás, lo que nos haga pensar lo expuesto arriba- pensamientos únicos e irrepetibles- sea la falta de comunicación.
Pero, cuando manifestamos nuestros anhelos al igual que el resto de los diversos aspectos que conforman nuestro yo, los demás aprecian y comprueban que no estaban solos. Comprueban que su yo está constituido por los mismos ingredientes, complementos que los nuestros.
Cuando analizamos y tratamos de comprender decisiones y actuaciones adoptadas por una persona que, por su gravedad y su transcendencia en la vida de muchas, muchísimas personas, podríamos considerar inexplicables e inviables, no nos damos cuenta de: no estaba solo/a. Aunque él/ella fue la primera persona en hacer público dicha afirmación o en tomar una decisión, otras personas lo/la secundaron porque compartían la misma. Si no fuera así, ¿como es posible que una sola persona pueda arrastrar a una masa indeterminada, aunque dicha masa en su individualidad estuviese en un principio constituida por personas únicas e irrepetibles, en la realización de actos execrables?

6.1.06

"Vivir en euskera" y "vivir del euskera"

Con fecha de 4 de enero de 2006 apareció publicado en el diario "El País", edición País Vasco, el siguiente titular: Cultura creará un servicio para defender el derecho de los ciudadanos a "vivir en euskera".
Dicho titular puede generar diferentes interrogantes. A mí, al menos, me los plantea.
Primero, ¿qué es "vivir en euskera"? Hasta el día de hoy, creía que podíamos pensar en euskera, pensar en castellano o en cualquiera de los idiomas hablados, utilizados en la Tierra cuando cualquiera de los terrícolas representábamos mentalmente, por ejemplo, unas vivencias. Vivir, lo que se dice vivir, vivimos en espacios físicos.
Un segundo interrogante puede ser el siguiente: ¿Por qué en vez de crear un servicio para el citado derecho, no se crea un SERVICIO por defender un DERECHO VITAL como es el de VIVIR EN EUSKADI o como queramos llamarlo a este espacio?
Un tercer interrogante, aunque en este caso es más que un interrogante, lo podría denominar sospecha maliciosa. Vaya de antemano, una realidad constatable: la dificultad que entraña recuperar las competencias lingüísticas de una población o, dicho de otro modo, procuar que los residentes en una comunidad se sientan dispuestos a aprender un idioma. Pero, esto, es otra historia, como diría un personaje cinematográfico. Véase Irma la dulce.
En ese afán de defender el derecho de los ciudadanos a "vivir en euskera", hay otros ciudadanos que "viven del euskera". Por supuesto que no me refiero, entre otros, a los docentes, a los lingüistas, a los escritores... No. Me refiero a aquéllos que, amparándose en los "derechos ajenos", son capaces de sacarse de la chistera conejos tan etéreos como el citado en el titular de la noticia. Ya he dicho que puede ser una sospecha maliciosa, pero ahí queda.

1.1.06

364 ó 365, no los he contado

Ayer a las doce de la noche comenzó un nuevo año. Al mismo tiempo que sonaban multitud de campanas, infinidad de personas congregadas en torno a una mesa, a una televisión o en otros lugares más insospechados exteriorizábamos a nuestros más allegados los mejores deseos para este año 2006. Quedan por delante bastantes días.
Siempre llegadas estas fechas expresamos que durante los próximos meses se cumplan todas nuestras esperanzas o dicho de otra manera: volvemos a reformular anhelos individuales y sociales reiterados año tras año, pero que, por un sinfin de circunstancias varias y que muchas veces son de todos conocidas, mas no reconocidas, no hemos visto cumplidos en los años precedentes.
¿Qué va a cambiar para que dichos logros frustados año tras año se vean cumplidos en este año 2006? ¿El ser humano? ¿Los condicionantes?¿Nuestro hartazgo?¿Nuestra desidia? ¿Se nos aparecerá la "virgen" y habremos encontrado la piedra filosofal para paliar nuestra rutina? ¿Realmente pensamos o creemos que estamos en condiciones, capacitados de MEJORAR EL MUNDO? Si lo estamos, ¿a qué hemos estado esperando? ¿A qué jugamos?
Ahora bien, ya entiendo por qué el ser humano no decide "arreglar" el mundo.
Si desde el origen de la Humanidad, ésta hubiese solucionado esta ecuación inacabable, ¿qué hubiese sido de las próximas generaciones?¿A qué se hubiesen dedicado y nosotros, los actuales gobernantes provisionales, estaríamos holgazaneando día tras día? ¡No! Hay que darle un poco de aliciente a nuestra vida y trasladar a las próximas generaciones unas ecuaciones todavía con más incógnitas, pero como estarán más instruidos y poseerán una tecnología más sofisticada tendrán más opciones para deshacer este entuerto o patata caliente que años tras año nos vamos pasando.