24.6.06

La vida

Quizás el cielo plomizo de esta mañana sabatina y las imágenes contempladas en un diario me hayan impelido a hablar de lo que encierra la vida. Sin ser pretencioso, simplemente como reflexión. Hasta el día de hoy, ¿cuántas vidas se han ido? ¿cuántos momentos se han ido sucediendo en el tiempo y en el espacio?Llegados a una edad prudencial, considerable; situados en una franja equidistante respecto al pasado y al futuro, observas cómo has vivido, afortunadamente, infinidad de momentos que te han ayudado a valorarlos, apreciarlos y en el futuro también.
También aprendes a relativizarlos y temporalizarlos: lo efímero, lo volátil se intersecciona con lo plenamente intenso. Tienes que vivir intensamente ese momento porque no va a reproducirse, será otro momento, similar, parecido, pero tú ya no serás el mismo.
También, aunque aprendes, no terminas afortunadamente de aprender y sobre todo de sorprenderte por lo que ves, oyes, lees, en resumen, por lo que la vida conlleva. Cuando oyes a otras personas u observas su indiferencia, ¿será una impostura?, ante ciertos acontecimientos que la vida nos ofrece en nuestro transcurrir, la sorpresa sigue estando presente en tu vida. Sorpresa ante esta ausencia de asombro ante la vida.

Sueños rotos


Esta imagen corresponde a una mujer ucraniana asesinada a cuchilladas ayer día 23 de junio en el centro de Madrid. No tengo más datos de esta mujer, pero su vida irremplazable, por muy dura que lo haya sido hasta el día de ayer e insignificante para otros, se ha desvanecido en un suspiro. Y se ha desvanecido de una forma cruel. Viéndola venir, a la muerte, de una manera sigilosa, mas implacable. ¿Qué imágenes habrán recorrido su mente en sus últimos momentos? ¿Qué angustia la habrá acompañado en sus últimos momentos? ¿Qué sueños se habrán truncado en esos últimos momentos?
Decidió romper con lo más querido, seguro que sí, aun siendo doloroso, para encontrar algo más doloroso todavía: el desprecio, la humillación... de personas sin escrúpulos, sin apreciar lo más mínimo su vida. Una vida disuelta en la nada universal. Pero no, seguro que su muerte no habrá sido indiferente para muchas personas, conocidas y no conocidas, porque la muerte es el último acto de la vida y aunque sea el último tiene que ser recordado y compartido sobre todo con aquellas personas, muchísimas, que no han visto sus sueños realizados.