Al igual que en otras profesiones, el mundo de la mar suele deparar noticias luctuosas. En este caso no ha sido la mar el escenario elegido por la muerte para convocar a sus presas: ha sido la ría de Bilbao o el Nervión a su paso a la altura del puente de Rontegui, en la margen derecha, próximo a Luchana-Erandio.
Han sido dos anguleros los fallecidos escasamente un par de días. Una caída y sus consecuencias imprevisibles: los deseos de rescatar la vida de uno de ellos les ha conducido a la muerte a los dos. Parece imposible, pero así ...
En estas fechas y a medida que han ido transcurriendo los años las angulas se han convertido en uno de los platos más codiciados y cuyos precios llegan a alcanzar precios realmente imposibles para la mayoría de las personas en esta sociedad de por sí exigente. En este invierno he tenido la oportunidad de ver fijada una cantidad incalificable: 800 euros.
Probablemente, estos dos anguleros fallecidos eran habituales en dichas faenas y en estas fechas: conocedores de los precios alcanzados por las angulas, veían en ellas un "parche" en su precariedad económica o quizás eran unos degustadores exquisitos de aquéllas y la única manera que podían acceder a ellas era pescándolas. No lo sé.